miércoles, abril 05, 2017

Cronicas de Dios capitulo 3



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Capítulo III
Letreros de Neón decoraban una calle muy transitada. Ya eran horas muy avanzadas de la tarde. Las caras de las personas alegres eran porque su equipo favorito había ganado y el resto de la gente con cara triste es porque su equipo favorito sufrió una derrota debido a caídas constantes de su jugador estrella.
La luz del atardecer bañaba el cielo de un rojo, digna vista para los pintores o en este caso para celulares con buena cámara de más de 5 mega pixeles.
El sacerdote Diego acumuló una fortuna gracias a la iglesia que representaba. Tenía su auto, su casa, su césped bien cortado, su impuesto pagado, la contraseña de wi-fi del vecino…bueno lo tenía todo.
El sacerdote atravesó las escaleras y al acercarse a su auto vio unos desagradables excrementos de aves en el parabrisas. Murmuró por lo bajo.
-¡Virgen santa!-
No tardó en llegar hasta un auto lavado. Le cobraron el doble de lo que debía.
Mientras discutía sobre el impuesto del combustible recibió una llamada. Se hizo a un lado y suavizó su voz. El sacerdote no decía nada pero su expresión era de un hombre con un deber que cumplir. Colgó la llamada e hizo la señal de la cruz. Subió a su auto y escuchó unas maldiciones de hombres quejándose por su turno.
Después de varios minutos llegó a una casa muy grande de doble piso. Llevó su biblia y agua bendita. Estaba a punto de santificar esa casa. El dueño del hogar le recibió con agrado, le explicaron que hace siete años una niña de ocho murió en esa casa. Fue una gran tragedia.
El asesino escapó y el resto de la familia dejo a la venta esa casa por un precio tan bajo que el nuevo dueño dijo no poder resistir. A lo largo de siete años han sentido cosas muy raras. Pasos de alguien corriendo por la  noche. El sentimiento de ser observados por alguien. Se trataba de un espíritu.
El sacerdote les amonestó tranquilidad, él se encargaría de todo y junto a la ayuda de Dios todo se resolvería. Abrió la biblia y repetía los versículos que acostumbraba para alejar los malos espíritus de la casa. Sin saberlo un ángel apareció allí,afortunadamente nadie le veía.
-mmm, por fin he encontrado otro errante. Es hora de buscar.
El ángel inspeccionó en ático. Nada
¡Espíritu! ¡Sal! ¡No os haré daño!-dijo el ángel.
El poderoso ángel voló por entre las habitaciones y se acercó al sótano. Un llanto le llamó la atención. Era el de una niña. Apareciendose frente a ella le saluda sacudiendo sus alas.
-No, no... ¡Aléjate de mí, asesino!-
La pequeña estaba histérica pero se tranquilizó al ver que no le intentaban hacer daño.
-Si, todo está bien-decía sonriendo a la niña.
-Por fin, alguien viene a ayudarme. ¿Podría pedirte que le dijeras a un ángel que venga por mí?-
-¿Qué? ¡Yo soy un ángel! -
-No, tú no puede ser un ángel.
-¿Y por qué no?-
-¡porque eres muy feo!-
El ángel hizo un supremo esfuerzo por no gritar con todas su fuerzas. Sus alas se agitaron de una conmoción emocional de autocontrol muy grande.  Envolvió  con sus brazos a la pequeña que se resistió un poco pero que al final cedió, luego sus alas cancelaron por…millonésima vez las leyes de la física que Dios estableció y mágicamente aparecieron en el cielo justo en frente del ángel Remo.
-Remo, santo cielo. Aquí traigo otro errante.
-¿Jibas? Esta niña no es tu protegida. ¿Dónde está Salma? Se supone que él llegaría hace siete años con esta pequeña.
-Eh? ¿Quién es Salma?-preguntó la niña.
-Así, disculpe las molestias. Todos los espíritus en la Tierra son errores administrativos aquí en el cielo. Se supone que su propio ángel guardián le traería aquí después de su muerte, pero veo que se distrajo por alguna razón.  ¿Bueno, que esperaba? Son millones de personas a la vez. No somos perfectos.
-Remo, es solo una niña. No entenderá lo que le dices.
-Lo sé. Pero es política que todos sepan esto desde el principio. Dios me lo ordenó. Ahora veamos pequeña niña. Bienvenida al cielo, comida gratis, vida eterna, placeres para siempre. Ve por allá justo a la izquierda. Esa mujer trabaja para nosotros, será tu guía a partir de ahora.
-Ahora que ella se fue ¿puedo preguntar dónde está Dios?-
-No lo sé Jibas, pero dijo que se trataba de algo importante.

El sacerdote salió de la casa satisfecho por  otro trabajo exitoso. Hasta que recordó que no pagó al dependiente del lavado de autos. Bendijo a Dios por eso.
-Hizo una llamada a un abogado de dudosa ética.
Mientras tanto Jehová terminaba de su cita con el psiquiatra se teletransportó al local administrativo de la ciudad. Buscó a una persona de apellido Carvajal y le encontró llamando por teléfono.
Esperó un poco mientras leía un periódico con el titular de un avión que recién había estrellado en las costas de estados unidos.
-Bien, con este avión acabo de romper otro record en tan solo dos meses.
En el titular estaban lamentándose por la muerte de tantas personas. Dios se enfadó y dijo:
-Eso no es lamentable, es traer más gente al cielo. Bueno aunque más de la mitad de ellos no están en el paraíso.
El abogado Carvajal ya terminaba su llamada con el sacerdote ya antes mencionado.
-Si, ya sabes cómo son estas cosas de los impuestos. Todo lo que sube permanece arriba-decía el abogado.
Jehová que aún seguía usando su identidad de John saludó con esmero al abogado.
-Señor Carvajal, me legra mucho verlo.
-Igualmente. Señor… John ¿verdad?
Ambos fueron a la habitación de al lado. Cerraron la puerta.
El abogado sacó los papeles que certificaban su carrera. John les echó un vistazo y vio que todo estuviese en orden, después se sumergió en sus pensamientos por un instante para luego emerger con cierta idea sobre las leyes que regían los países. Elaboró un plan mentalmente para cumplir su propósito. Así que comenzó.
El abogado llenó una copa con whisky y saboreó el primer sorbo.
-Muy bien, le escucho-el abogado Carvajal esperó a que su cliente dejara de mirar hacia arriba.
-Quiero, los derechos de autor de la biblia.
El abogado abrió la boca y no pudo responder. La copa que se le cayó de la mano era de una compra reciente que hizo usando su último salario que por cierto la mitad del dinero lo sacó de una estafa a un orfanato.
-Bueno, verá señor Carvajal. Hay demasiadas versiones del santo libro y me molestan las malas interpretaciones. Voy a obtener los derechos de autor para oficializar una sola biblia.
 - ¡Eso es imposible! Necesitaría la firma de muchos países, gobiernos, congresos, ejecutivos, el papa del vaticano y ni aún así sería suficiente.
-¿Se refieres a estas firmas?-
El abogado no creía lo que ven sus ojos. Hizo llamadas para confirmar la validez de estas escrituras.
Resultó que John tenía tanto dinero que podría sobornar a EEUU, China, Rusia y aún así tendría de sobra para sustentar a todo el continente Europeo por miles años. Era tanta riqueza que podría convertir al papa en protestante.
-¿Puedo preguntarle porque hace esto?-dijo el abogado.
-Claro, pero quiero que todo sea los más anónimo posible, necesito que el mundo lea correctamente mis…
El abogado ya no le escuchaba y solo pensaba en una cosa. Era rico. Indiscutiblemente rico. ¡Asquerosamente rico!
-No se preocupe...será anónimo.
“Reservado todos los derechos. No se permite reproducir, almacenar en sistemas de recuperación de la información ni transmitir alguna parte de esta publicación, cualquiera que sea el medio empleado-electrónico, mecánico, fotocopia, grabación, etc.-sin el permiso del anónimo John”


Esto es uno de los libros guardados en la biblioteca celestial. Cada archivo narra una historia lo mas cronológica posibles desde la formación de las estrellas y planetas.
Archivo 1.3 La prohibición.

En  un nuevo cielo con hermosos paisajes. Dios seguía creando montañas, ríos. No hizo muchos animales porque los ángeles prácticamente poblaban cada sitio. Lucifer seguía intentado hablar a solas con Jehová. Había algo que debía confirmar. Y para ganarse su simpatía practicó como convertirse en diferentes animales pero ninguno impresionaba a Jehová. Hasta que un día se convirtió en una de los animales favoritos de Jehová muy similar  dinosaurios. Este volaba y lanzaba fuego por la boca. Un dragón. El creador estaba encantado.
-Señor Jehová, escuché que hizo un árbol del conocimiento del bien y el mal. Y un árbol de la vida.
-Sí. Les prohibí a los humanos tocarlos.
-¿Para qué? ¿No tienen conocimiento del bien y el mal?
-Bueno, ellos ya tienen su concepto del bien y el mal, pero ahí hay más que eso. No puedo enseñarles todo lo que yo sé. Es demasiado pronto. Tendrá que ser por partes.
-¿Y el árbol de la vida?
-Si lo comen vivirán eternamente. Yo los creé para que vivieran pero no para siempre.
-Si no comen del árbol de la vida entonces morirán tal como los hicisteis. ¿Y si comen del árbol del bien y el mal  que les pasará?
El señor Jehová apoyo sus manos en la cabeza. Algo le pasaba. Algo grande.
Lucifer sintió peligro, así que decidió cambiar de tema.
-Mi señor hizo un gran bien en el universo. Ve esas flores. Ve esos ríos. Son bellísimos. Hizo un lugar para los humanos. Y ahora hace un lugar para nosotros los ángeles.
Jehová se sintió tranquilo y un amor profundo a Lucifer.
-Lucifer, debes comprender que hay algo…-se detuvo.
-¿qué mi señor?-
Jehová pensó que todavía no era el  momento.
-Se los contaré un día.

Mientras tanto en la Tierra. Dos ángeles conversaban cerca del huerto.
-Oye, mira esto.
Se convirtió en un ave.
-Impresionante ¿Cómo lo aprendiste?
-Observando a Lucifer. Pero no puedo convertirme en animales muy grandes.
-Esa ave de allá arriba. ¿Puedes hacerlo?-
-No hay problema.
Se convirtió en un águila.
-Me convierto en cualquier ave. ¿Y tú que puedes hacer?-
-Mira esto.
El ángel se convirtió en un ser humano, un  hombre para ser exacto.
-Woh, eso sí que es impresionante. Yo lo máximo a lo que llego es a una serpiente.
El ángel se convirtió en una serpiente.
-jajaja, sí.-
convertido en hombre y el otro en serpiente comenzaron una conversación que inicia la historia en la que se basa la creación.
-¿sabes que el fruto árbol del bien y el mal tiene un sabor muy dulce?-
-si, serpiente. Yo también he comido de él. Y del árbol de la vida.
-También escuché que Dios le prohibió  a los humanos comer del fruto de ambos árboles.
-¿Qué? ¿Por qué?-
-Dice que desea hacer algo primero con el hombre antes de darles permisos de comer.

Sin que nadie lo esperara la mujer Eva, buscaba a Adán pero no lo encontraba por ningún lado. Cuando caminó por entre arbustos escuchó una conversación. Se escondió detrás de unos matorrales. Vió a un hombre y una serpiente hablando. “No sabía que las serpientes hablaban”. Escuchó unas frases como “El árbol del bien y el mal” el que estaba en medio del huerto tenía un sabor dulce. “¿Ellos ya comieron”? Luego escuchó al hombre mencionar que también había comido del fruto. Eva asombrada pensó que la prohibición ya había terminado. Así que corrió hacia el huerto y buscó el árbol. Entonces comió. Poco después Adán le encontró. Eva le cuenta lo que escuchó. Y ambos comieron.

Lucifer estaba solo y sumergido en las aguas del río del nuevo cielo que hizo Jehová para ángeles.  También había un cielo personal de  Jehová que es donde está su trono. Y luego estaba la Tierra del sistema solar.
Lucifer  se refrescaba con cada segundo que pasaba.

En ese día (aunque no sé como saben cuando la tierra da una vuelta en su propio eje que  corresponden las 24 horas de día/noche) su esfuerzo por convencer a Dios para que le revelara el misterio que ocultaba casi funciona. Pensó en el hombre y la mujer. Ambos le caían muy bien. Luego recordó la primera mujer que existió antes del incidente con los reptiles gigantes. ¡La primera mujer!
Algo le distrajo y eran ángeles que gritaban. Emergió al aire, los gritos  y las murmuraciones estaban en boca de todos.
-Si…yo lo vi.
Vieron a Lucifer. Y se le acercaron.
-¿qué sucede? ¿Qué es este alboroto?-
-Lucifer descubrí algo terrible en los animales.
-¿Qué cosa?
-Se trata de la forma en que sobreviven. Mi trabajo consiste en observar al león y resulta que se alimenta cazando otros animales.  Les acecha y luego les rompe el cuello.
-¡Qué! No puede ser-
-Yo también descubrí algo, Lucifer. Se trata de las aves. También sobreviven de la misma manera. De hecho hay muchas especies de animales que están desapareciendo.
Lucifer tuvo un espantoso presentimiento.
-No solo los animales-era Miguel.
-¿Qué descubriste tú?-
-Plantas con venenos. Muchos animales murieron. Otros se alimentan de cadáveres.
-La muerte. Eso es lo que hay ¿Verdad Miguel?
Miguel asintió con la cabeza.
Lucifer pensó a gran velocidad sobre este asunto. Era extraño que Jehová creara algo tan bueno y tan malo…entonces recordó esas palabras “una nueva clase de bien y mal” “Lucifer, debes comprender que hay algo…” “Señor porque tenemos estas armas” “para atacar al enemigo y protegerse”

!Cómo que comieron del árbol de bien y el mal!  ¡Les dije que no lo hicieran!
Adán y Eva estaban aterrados. Los animales que estaban cerca huyeron despavoridos de la ira del creador. Las plantas comenzaron a quemarse y por ende el árbol del bien y el mal se secó.
Lucifer aparece de improviso y presencia esta escena.
-¡Lo único que les depara es ser destruidos!-
Pero Lucifer se interpone entre ellos.
-Espera, Jehová.
-A un lado, Lucifer. Estos humanos me han desobedecido. Comieron del árbol a pesar de que se los prohibí. No hay más que pensar.
Es la primera vez que Jehová se enfadaba y se trataba de algo serio. El creador no podía controlarse. Era necesario aplacarlo. Pero el poder de Lucifer es insignificante comparado con el de Jehová. La ira del creador comenzaba a afectar toda la naturaleza.
-Espera…yo…yo  lo hice. Yo les dije que comieran del fruto, así que no te enojes con ellos. (esta fue la primera mentira de Lucifer)
La ira de Jehová se intensificó a un mas.
Lucifer se acercó a Dios  y le tomó por el brazo para aparecer en el cielo de los ángeles.
El deseo de Lucifer es apaciguar aquel enfado antes de que todos incluyéndose él mismo se vean afectados. Muchas son las criaturas como animales de ese lugar que murieron.  El lugar comenzó con pequeños incendios que se extendían a todos los rincones del cielo. Era un gran alboroto. Las aguas de los ríos estaban envueltas en llamas pero no se apagaban y el agua no se evaporaba.
-Esparzan lo que puedan a los animales lo más lejos posible. Ustedes ayúdenme a tranquilizarlo.
-¿Lucifer? ¡Qué le pasa a Jehová!-
-Supongo que es el primer acceso de ira que tiene. Nunca lo había experimentado antes.  Su poder es tan grande que no puede controlarse a sí mismo.
Las fuentes de agua y riachuelos se habían convertidos en ríos de fuego perpetuo. Todo lo verde se convertía en cenizas. Los ángeles se aglomeraron en torno a Lucifer y el creador.
-Escúchenme, me acercare a hablarle-dijo Lucifer
-¿Y luego qué pasará?-
-Un milagro, espero.
A lo alto del cielo el color azulado paso a un rojizo muy oscuro. Jehová oyó pasos de ángeles acercárseles y golpeó a diestra y siniestra. Era muy fuerte así que nadie podía soportar esos golpes. Los únicos que lograron destacarse en esta hazaña eran Lucifer, Miguel y otros tres.
Lucifer logró tomarle por el brazo. Y entonces lo sintió. Un poder de oscuridad tan grande y equiparable como el de la luz. Sus alas cambiaron de color blanco a rojo. Había algo muy oscuro que se transmitía al cuerpo de Lucifer. Era demasiado intenso y términó soltando a Jehová. Miguel vió esto y se alejó, no quería arriesgarse.
Mientras el portador de la luz yacía en el suelo soportando el dolor de su cuerpo el resto de los ángeles notaron que por un breve momento el fuego abrazador se había amortiguado. Sea lo que sea que pasara Lucifer logró algo. Imitando a Lucifer miles de ángeles ya pudieron acercarse. Miles de ángeles ya no toleraban el fuego que se exntendía por todo el lugar y en un intento desesperado se arriesgaron a tocar a Jehová.
Sucedió lo mismo, algo se transmitió a sus cuerpos y sus alas cambiaron a color rojo y negro.
Lucifer se levantó lentamente. Y una onda expansiva que provino de Jehová alejó a todos los ángeles muy lejos. Cayeron en ríos. En montañas. En lagos de fuego. Era la caída de los ángeles.

Por segunda vez Lucifer se acercóa Jehová. Por segunda vez sintió esa energía transmitiéndose a su cuerpo junto con un dolor inmenso. Las alas se hicieron negras y se le cayeron a pedazos.  Su piel se hizo de color muy oscuro y extraño. Y Lucifer luchando en contra del deseo de soltarse vió algo muy extraño, algo en la mente de Jehová. Una verdad no revelada. Ahora él lo sabía.
Miguel se armó de valentía y gritó el nombre de Jehová.
-Es suficiente, mi señor.
El creador reaccionó. Vio lo que había pasado. Sin decir nada se fue de ese lugar hasta el  trono de su reino.
Miguel recogió a Lucifer. Estaba muy quemado.
-Ah…
-Lucifer, resiste.
-No. Ve tras Jehová.
-Pero…
- ¡Ve tras Jehová! ¡Y asegúrate de no provocarlo!
Miguel se fué.
Antes de que el ángel Lucifer cayera inconsciente echó una mirada al cielo que antes era bello, a las cenizas esparcidas por el suelo que antes eran parte de algún animal o un árbol, los ríos y lagos de fuego donde antes se zambullía en tranquilidad.
-Esto…ahora es un infierno-Entonces cayó al suelo.
Fin del archivo 1.3, biblioteca celestial.









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