jueves, abril 27, 2017

Crónicas de Dios- Capítulo 6




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                                             Capítulo VI


Cuando la Trompeta sonó en cada rincón del universo unas nubes opacaron el cielo de estrellas.
Todas las personas del mundo estaban asustadas por estos eventos.

Un vehículo amarillo y alargado tenía un panfleto que decía “Cuidemos el ambiente”. El ruido de la música de los auriculares en las orejas de los estudiantes viajando en un autobús era lo suficiente para ignorar a la trompeta. Esta excursión colegial viajaba por un bosque que era un área protegida por las leyes a beneficio de animales en extensión.  La maestra contaba una y otra vez que estos árboles eran un símbolo nacional y que debemos protegerlos porque Jehová nos lo dio como regalo.
Mágicamente granizo mezclados con sangre cayeron en la tercera parte del mundo quemando a toda parte verde junto con algunos animales.
La maestra horrorizada observa como los árboles son incendiados por esa extraña lluvia. Es impreciso describir la cara de miedo en los alumnos cuando el autobús comenzó a ser bombardeado por hielo. El chofer que se llamaba Arturo no pudo girar bien el volante y volcó en el camino hasta caer por un barranco. El vehículo explota. El suelo comenzaba a cambiar de color a rojo de sangre mientras se aglomeraban en el suelo.  Nadie se molestaría en buscarlos porque en todo el mundo en la tercera parte ocurrió esto mismo.

En el cielo los ángeles discutían por el incidente de la trompeta, ahora que ya el mundo ha escuchado el instrumento no hay vuelta atrás. El Armagedón debía comenzar por fuerza. De hecho el granizo con fuego ya ha dañado innecesariamente al bosque en su tercera parte. Muchos cuestionaban el lugar de la batalla divina ¿Por qué Dios no llevaba su guerra destructiva en uno de los muchos mundos donde no hay vida? Así la tierra permanecería ilesa. Pero Jehová se negaba escoger otro sitio que no fuese la Tierra. Una vez un ángel le escucho decir que el dramatismo impresiona a los humanos y desde entonces los eventos divinos ocurren con una finalidad emocional, así como en una obra de teatro. La falta de seriedad de Jehová en muchas cuestiones motivó a muchas filas angelicales pedir consejo al único ángel capaz que ha sido de confrontar sin temor.
-¿Qué yo detenga a Jehová?-pregunta Lucifer con cierta risa en sus labios.
- ¡Por favor! ¡Tú eres Satán! Venimos desde muy lejos hasta este lugar maldito para pedirte ayuda. Si el Armagedón se detiene la humanidad no tendrá que sufrir muertes absurdas.-decía un ángel de cuatro alas llamado Eseniel
La conversación se daba por encima del cielo infernal.
-Escúchenme, han pasado dos horas y la Tierra tiene la tercera parte de sus plantas quemadas. Jehová puede ser convencido bajo la promesa de un autoelogio que supere su anterior hazaña. Pero cuando se trata de profecías destructivas él no falta su palabra. ¿Por qué crees que los milagros buenos ocurren con tan poca frecuencia? Es porque la destrucción es una actividad que le da gusto. En este momento ordeno mi ejército, si mal no recuerdo pasará bastante tiempo hasta la última trompeta.
Eseniel y sus compañeros le sugirieron lo que tenían planificado. Es un plan para evitar la guerra.
-Escucha Lucifer, sabemos cómo evitar la guerra. Tú y ellos solo deben rendirse. Si evitas la armada de los tuyos el poderoso Jehová no tendrá razones para comenzar la batalla.
-Muy listos Eseniel. Pero yo ya me adelanté a esa idea. Fue hace como dos mil años que le propuse la rendición total de todos mis compañeros caídos. ¿Sabes que me respondió? Que bajo ninguna circunstancia le haría pasar por mentiroso. Jehová prometió que nuestra rivalidad se resolvería con esta guerra y si es necesario controlará mis acciones y mi voluntad para obligarme a atacarlo. De hecho en este momento deseo ordenarle a todos mis generales infernales que dejen las armas pero estoy siendo controlado por Jehová. Lo único que tengo libre de usar son mis pensamientos pero nada más que eso. Gracias al cielo que me subestima o de lo contrario no estaría consciente de tus palabras Eseniel.
Sin esperanza Eseniel y sus compañeros ya están por marcharse cuando Lucifer les llama la atención.
-Además ten presente esto. ¿Crees que Jehová permitirá que esta sea la última batalla celestial? Si Él deseara la paz ya había conseguido eso desde el principio con su poder. Aunque en el paraíso todos piensen que están libres de la destrucción son muy ingenuos. Jehová sin duda se las ingeniará para que la humanidad viva mas tragedias hasta el punto de tener la excusa de usar su poder de nuevo. Y luego volverá a comenzará este ciclo otra vez.
-¿Qué podemos hacer entonces?-pregunta Eseniel.
-He pensado en una solución. Pero tendremos que esperar  a que termine el Armagedón. Si ustedes  hacen  esto Jehová se pondrá en vuestra contra. Por suerte estará un poco distraído en este momento.
Dieciséis criaturas con alas negras volaron hacia Eseniel. Cargaban en sus manos unos manuscritos. Eseniel los revisa y lee el título de alguno de ellos. “El verdadero Génesis” “El problema de los ángeles” “La prohibición” “Satán, El Adversario de Dios” “El pecado” y muchos más.
-¿qué son todo esto escritos?-Eseniel sostiene las hojas con mucha sorpresa.
-es algo que yo mismo escribí desde el comienzo de los tiempos. Aquí en cada línea verán la historia exactamente como yo lo vi. Es como mi diario personal de todo lo que hecho. Asegúrate de guardarlo y entregarlos a los humanos en el paraíso. Pero sé listo. Busca a personas que posean  una ligera duda del comportamiento de Jehová, seguro que basta que revisen vuestras listas que inspeccionan la vida de los seres humanos. Uno muy inteligente será suficiente. Estoy seguro que  lo rechazarán así que antes de que lo lean entrégales esto.

Una esfera de cristal era conocida como “observador” porque permiten ver lo que sucede aunque esté en un lugar muy lejano. En la Tierra fue prohibido por que su uso causaba envidia a Jehová. El poder de omnisciencia debe ser de Jehová y de ninguno más. Durante cierto tiempo “los observadores” habían sido creados con el propósito de compartir las actividades de las criaturas angelicales. Pero Jehová se opuso ya que la vigilancia solo se aplican a los humanos no a los ángeles. Si todos sabían lo que hacían no tenía gracia. Jehová prefería que todo fuese un misterio excepto para él y he ahí por que persiguió y prohibió  el uso de observadores para los humanos.

-Lucifer, ¿Es un observador? Pensé que fueron destruidos.
-No, Eseniel. Salvé alguno de ellos. Imaginaba que podían serme útiles algún día. Llévalos al paraíso y convéncelos de observar la batalla del Armagedón. Me aseguraré de que Jehová confiese algunas cosas. Así los humanos tendrán más razones para leer mis escritos. Ahora váyanse.

Cuando los seres humanos mueren en masa son muchos ángeles los que deben apresurarse de guiarlos al juicio en el trono. Los niños inocentes pasan sin ser juzgados porque carecen de un mente madura. Solo los adultos ya están más conscientes de sus actos así que sus acciones serán recompensadas o castigadas. En un día como el Armagedón el número de muertos aumentó considerablemente. Según la biblia antigua en el “día final” las personas tendrán automáticamente inmortalidad para que vivan en sus carnes los horrores preparados por Jehová que no eran pocos. Pero en la versión de la biblia oficial por anónimo John algunos requisitos para ser evaluados habían cambiado. Con la filosofía moderna de la humanidad y sus reglas éticas parecía haber recapacitado en lo concerniente a juzgar como bueno y malos. Jehová había sentido una presión enorme en su cabeza ya que su telepatía recogía las oraciones de los hombres. Mientras que sus servidores inmortales traían con más frecuencia a gente del mundo de los vivos preparaban un discurso para justificar los errores cometidos. Un niño tocó una trompeta que era destinada únicamente para el día final. Jehová siempre había propuesto posponer el día del Armagedón. Muchos pensaban que se trataba de compasión para dar más tiempo al arrepentimiento. Pero en realidad siempre elegía la guerra para “más tarde”. No  es que sufriera desorden de personalidad aunque su psiquiatra así lo confirmaba. Lo que pasaba es que si los humanos estuviesen en el paraíso Jehová tendría que olvidar sus poderes de maldecir, convertir en sangre a las aguas, exterminar con plagas, no habrían sacrificios de sangre, no tendría que salvar a nadie porque ya nadie estaría en peligro, no tendría que usar tornados, ni huracanes, ni maremotos, ni erupciones volcánicas, no tendría que curar enfermedades, no mas aviones chocando en edificios estadounidenses. Jehová podía ignorar por completo unos problemas muy graves y todos aceptaban su decisión. Pero en el paraíso solo tendría que hacer cosas buenas todo el tiempo. Sería aburrido. No más plagas. No más esto. No más lo otro.
Para cuando el Armagedón terminara ya se las arreglaría para sentirse a gusto. Él tiene el poder de ver muchas cosas al mismo tiempo, también se percató de la estratagema de Lucifer. Todo salía como había planeado. Controlar a Lucifer para que luchara por el humanismo causaría bastante polémica. Los seres humanos del paraíso leerían los escritos de Lucifer y llegarían a conclusiones muy ajustadas. Tal vez si Jehová usara esta estrategia a su favor. Tal vez podía motivar a los seres humanos para que pelearan. Si, ya han sido salvados en el paraíso pero eso no significa que ya no pueden cometer errores. Jehová sonrió ante esta idea. Y la pondría en marcha sin ninguna duda.
Justo como ocurrió hace miles de años. El ser humano debía ser perdonado pero Jehová estaba en contra. Hasta que pensó en una idea tan extraordinaria que la puso en marcha inmediatamente. Se hizo pasar hombre entre los humanos, hizo unos cuantos trucos de panes, pescados y vino.  Fue crucificado para resucitar después. Así Jehová estableció que solo aquellos que creyeran fuesen perdonados así garantizando que los demás sufran cosas terribles y justificadas. El plan había salido perfectamente. Si Dios perdonaba, todos los pecados desaparecerían del mundo y la era de paz o como Jehová la llama “la era de lo aburrido” comenzaría. Pero el espectáculo de la crucifixión y resucitar bajo un esquema extraño de justicia ponían en situación delicada a muchas personas. Así podía seguir usando sus poderes para “castigar” y Jehová se lavaba sus manos manchadas de haber hecho mal en cierta manera.
-Se que esto es demasiado repentino para todos. Pero el plan del Armagedón será ahora como lo habíamos programado. Dejé que la criatura más noble e inocente comenzara con esta guerra (se refiere al niño que accidentalmente encontró la trompeta). Recuerden que yo soy Jehová y tengo el designio de cada cosa que hacen. Se con toda seguridad lo que harán así que no teman. Lucifer prepara su ejército contra nosotros. Nos defenderemos con la batalla final más espectacular que pueda existir. ¡Y yo seré el ganador de todo esto!
Las criaturas angelicales se inclinaron. Jehová recibe adoración cada vez que hablaba. Las personas recién muertas también imitaron a los demás inclinando su cabeza.
-La Tierra está alerta de nosotros. Nos esperan y por supuesto que no les decepcionaremos. El granizo ha caído en el planeta y en su tercera parte. Todo el continente americano ha sido borrado del mapa. Así que por ende serán juzgados los que están aquí. La multitud de ropas blancas tienen ya mi permiso para entrar al paraíso. Miguel los guiará hasta mi nueva ciudad. Mientras que el resto tendrán que espera un poco más.
Seis ángeles traían unas trompetas en sus manos. Preparados se alinearon frente a Jehová esperando la orden.
-El orden de los acontecimientos entre las trompetas y los sellos serán invertidos. Ahora comencemos con la segunda trompeta.
El ángel recibió la orden. Tocó con todas las fuerzas de sus pulmones. El sonido invadió de miedo a los hombres de la Tierra. Intentaban esconderse porque el final profético estaba sucediendo. Algunos “profetas” religiosos se asombraron de haber atinado por fin con los acontecimientos. El mundo sufría un pánico sin precedentes. Los gobiernos del mundo afilaban sus armas para combatir. Si existían un fin nos defenderemos decían ellos por las cadenas de televisión. Algunas personas se limitaban a encerrarse en sus casas como si eso significara alguna resistencia. Entre inusuales desorden los hombres descubrieron que no podían morir. Parece que la inmortalidad sería usada para que sufran cada plaga apocalíptica. Los más valerosos entraron a la fuerza en las armerías y robaron escopetas, ak47, granadas y toda arma de uso militar. Pero no lucharían entre ellos. En la batalla del Armagedón los humanos participarían con sus avanzadas técnicas de pelea. Los satélites estaban en posición observando a los cielos. Si existía una guerra los hombres no se quedarían de brazos cruzados esperando resignadamente.
Cuando la trompeta segunda terminó de sonar una montaña mágicamente se encendió en llamas y por alguna razón en contra de las leyes de la física que estableció Dios cayó al mar. Las llamas provocaron un extraño cambio. Los animales marinos murieron por la repentina sangre que inundaba  los océanos.  La trompeta segunda ha hecho su trabajo.




Esto es uno de los libros guardados en la biblioteca celestial. Cada archivo narra una historia lo mas cronológica posibles desde la formación de los planetas y estrellas.
Archivo 1.6 El diluvio.

Cuando Jehová anunciaba sus próximas promesas con relación de los ángeles es Miguel quien ayudaba y administraba a toda la multitud angelical. Estas noticias siempre llegaban a oídos de todas las criaturas del universo. Hay muchos lugares creados que todavía permanecen en el misterio. Jehová prometió explicarlos cuando llegue el momento adecuado.
 Mientras la inspección personal de cada lluvia era vigilada por los ángeles. Sus trabajos variaban de algo tan simple como permanecer entre las nubes para observar los cambios del viento. La constante variación de la temperatura. Las actividades de los  animales que se cazaban los unos  a los otros. Era una cantidad exorbitante de acciones que reclamaba tiempo completo de los ángeles. De vez en cuando se posaban entre los cerros y las montañas para descansar un poco. El número de ángeles era gigantesco también. Los que no tenían un cargo específico se dedicaban a aprender por fuerza uno de los millones de cánticos escritos por Jehová. En el cielo había muchos escritos y se dedicaba un bloque de lugar celestial para ese canto específicamente. Los ángeles podían dejar su cargo para formar parte uno de los bloques celestiales dedicados únicamente a repetir indefinidamente un canto. Si por casualidad la rutina no la soportaban podían elegir otro bloque para cantar algo distinto. También podía regresar a su trabajo en la Tierra aunque eso signifique esperar a que haya un cupo. Así se resolvió el número de ángeles que no tenían una función en el universo.

En la Tierra había un hombre que Jehová consideraba justo y bueno. Pero es solo porque todas las semanas le sacrificaba un carnero. También por que en dos meses Noé trató de ganar una apuesta y terminó perdiendo. Jehová se vio encantado con ese ocio de apostar. Resulta que Noé siempre pierde. En todas las posibilidades del universo un hombre cojo podía ganar a Noé en una carrera si se trataba de una apuesta ya que sufría de problemas asmáticos. La racha de mala suerte de este hombre ganó la atención del creador. Pero es justo mencionar otra tendencia muy extraña de Noé. Tenía muchas fobias. Le tenía miedo a las alturas, a las arañas, a los relámpagos, a los espacios cerrados y al agua. ¡Miedo al agua! Esta fobia seguro creó un vínculo de amistad con el creador. Ambos tenían aberración al líquido éste. Noé para bañarse aplicó un método bastante inteligente, siempre se embriagaba lo suficiente para olvidar su fobia al agua. El problema es que a veces ni terminaba de limpiarse. Sus hijos debían observarlo si llegaba el caso en que se durmiera, correr en su ayuda para evitar que se ahogara.


En un enfado repentino Jehová aseguro que el ser humano no vivirías más de ciento veinte años. Aunque Noé vivió mas de tres siglos después del diluvio. Asunto del que nos ocuparemos. Sus hijos vivieron más de ciento veinte años también. Estas edades se repitieron durante muchas generaciones. Así que la duda permanece de cuando exactamente Jehová estableció la longevidad humana.

La humanidad se había extendido bastante pero resultó un poco extremo el castigo. Jehová estaba horrorizado ante “maldad” en el camino del hombre. Es decir que su actitud aborrecía al hombre de ese momento y la razón parece ser simple. Se trataba de una simple mención de algún otro Dios. Cuando entre trabajo rutinario un hombre de pensamientos nobles pensó algo referente a los dioses. Pensaba en su acogedora casa que podrían existir varios dioses en el universo. La gente tenía dudas al respecto sobre cómo funciona el mundo. Las plantas de la tierra, las lluvias que caen al suelo, el  nacimiento. Su curiosidad no tenía límites. Ya en poco tiempo los seres humanos comenzaron a hurgar en el misterio de la naturaleza. Después de todo, Jehová podría solucionarlo todo  simplemente mostrándose ante ellos y explicarle personalmente el orden las cosas. Pero se sentía demasiado ofendido como para razonar. Y pensó que todos los demás querían conocimiento buscándolo por sí mismo. Tenía que castigarles por su insolencia. Nadie tiene derecho a saber más que lo que ya han aprendido. No había ningún árbol del conocimiento pero la escena era similar. ¡Los humanos podían extender su sabiduría sin la ayuda de los entes divinos! Los ciudadanos se reunieron en un día para discutir el aspecto de las cosas y que sucedía después de la muerte. Aparece en medio de la discusión acalorada entre el debate sobre el movimiento de las estrellas un hombre. Todos escucharon sus balbuceos y descubrieron que andaba ebrio. “Los arcoíris” decía entre frases inconexas. Alguien se molesto gritando “Los arcoíris no existen”. Noé con la mente medio seria media ebria le asestó una bofetada. La cosa llegó a un pleito que se resolvió despidiendo a Noé. Varias horas después una voz muy profunda y resonante le llamaba por su nombre.
-Noé.
-No. No. No. Los arcoíris tienen muchos colores.
-Te pido que abras los ojos. No soy un hombre.
-ja, entonces mis condolencias. Conozco a unas mujeres que cobran casi nada por un polvo. Ve con ellas y serás un  hombre.
Quizás Jehová se hubiese enfadado en otra circunstancia, pero la escena le causaba gracia. Necesitaba que alguien le comprendiera su miedo al agua. Noé poco a poco recuperaba la conciencia. Descubrir que aquella voz profunda es real y no una alucinación de la borrachera lo espabiló en todos los sentidos.
-Esta bien Noé. Es un gusto conocerte.
-Estoy anonadado. También es un gusto saber de ti. ¿Por qué no sabía nada de ti?
-Es porque estoy en el cielo. Vivo en un lugar invisible. Con ángeles que también son invisibles para tus ojos. Desde que los asentamientos humanos se extendieron un poco he decidido hacer contacto con mi creación. Tú. Eres uno de mis favoritos. Deseo hablar contigo sobre una cuestión. El agua.
-Oh, ese líquido tan terrible-repitió Noé cubriéndose con las manos como si quisiera defenderse de algo.
-Lo sé. De hecho los grandes océanos son una simple cantidad de agua comparada con la que tengo guardada. Creo que equivalen a cientos de miles de trillones de litros.  Aquí en la tierra solo hay un cierto porcentaje. Las tengo guardada bajo decretos divinos. La cantidad de mares, lagos y ríos son suficientes para permitir la vida. Es un dato de la naturaleza que deseo compartir con todos tus compañeros humanos.
-No le he preguntado su nombre.
-Oh, yo soy Jehová.
-Mi señor Jehová tengo que sugerirle que hable directamente con ellos. Creo que en este momento discuten los movimientos de las estrellas con mucha minuciosidad. Seguro que me preguntarán demasiadas cuestiones de las que no puedo responder. Y por supuesto no creo que me escuchen.
-¿Por qué no te escucharán?-
-Por mi fobia al agua. Me llaman el cobarde del agua. Es que no puedo controlarlo. Cuando siento que tal líquido me recorre el cuerpo me llena de un temor que me exaspera.
-Te comprendo. Yo también no soporto escurridme entre los océanos ni los mares. Tal vez me digne a caminar sobre ellos pero no me sumergiré ni un centímetro. Ve y dirígete a los hombres y cuéntales lo que sabes sobre mí. Diles que soy el creador de las cosas que gobierno todo.
-Claro, lo haré de inmediato.
Quizás la existencia de Jehová había sido tratada con seriedad si los de la ciudad olvidaran la condición de fobia de Noé. Ellos lo veían de esta forma, Noé se embriagaba muy a menudo y es posible que en sus alucinaciones inventara a un Dios. Un Dios que aparentemente tiene la misma fobia que su ebrio amigo. Eso causó unas grandes carcajadas entre ellos. Noé enfadado se va gritando una y otra vez que se arrepentirían por burlarse de su fobia marina. Jehová estuvo al tanto y su enfado no pronosticaba nada bueno. La fobia simple del agua era un miedo no muy corriente. Si ellos no comprendían su temor, Jehová prometió que aprenderían a experimentar un verdadero desastre del agua. Uno tan grande que abarcaría a toda la faz de la Tierra. Un diluvio.
Muchos opinan que bastaba con que lanzara una inundación local en ese asentamiento. Pero Jehová optó por atacar a todo el mundo. Incluso en los asentamiento que sabían nada de este asunto. Pero estaban los animales. Debían sobrevivir.
Noé recibió órdenes de construir un arca de madera de gofer. Serían de medidas muy grandes porque ahí guardarían a los animales. Para que esto funcionara era necesario que voluntariamente todos los  animales por una razón mágica tenga la necesidad de llegar cuanto antes al arca. Como si tuviesen un GPS que indicaba en qué lugar exacto se encontraba. Aunque claro este cambio de comportamiento solo sucedería con algunos animales de cada especie. Noé y sus hijos que también construían el barco de madera se sorprendieron con una clase de pájaros de color negro y blanco  (pingüinos). Nadie tenía la menor idea de dónde habían aparecido o de donde eran. Los animales más lentos del mundo debieron haber sido teletransportados mágicamente al arca porque no había tiempo suficiente para esperarlos. La supervivencia de los peces estaba en serias dudas de cómo se supone que debía proceder para su protección, ya eran peces y no tenían necesidad de salvarse del agua. Si por alguna razón eran necesarios salvarlos tenían que esperar a que mágicamente miles de criaturas marinas sobrevivieran a su trayecto por la tierra y llegar cuanto antes al arca. No olvidando todas las especies distintas de ballenas, cachalotes, tiburones, calamares. El espacio del arca quedaría corto con solo acomodar las especies de ballenas. Las abejas debían tener mucho cuidado porque su defensa de picadura costaba su propia vida. Si las abejas se desprendían de su aguijón durante una picadura esa especie se ponía inmediatamente en peligro de extensión.
Noé estaba agobiado por el trabajo de administrar  a las criaturas. Sería un dolor de cabeza  alimentarlas y saber que comía exactamente cada una de ellas durante varios meses. El olor de algunos animales serían insoportables, solo esperaba que la magia de Jehová resuelva la situación. Las heces de los animales era otro asunto importante pero Noé tenía fe en la magia de Jehová. “Todos se resolverá mágicamente” repetía Noé.

Cuando ya era el momento de encerrarse con toda su familia y los animales atrancaron la puerta. La única ventanilla era constantemente usada por Noé. Estar en espacios cerrados le causó un miedo espantoso. Pero ir afuera significaba exponerse a las lluvias. O sea su más grande fobia.
Mientras que en los asentamientos comenzaron a sentir mucha inquietud con la lluvia que no paraba de caer. En pocos días los valles ya estaban inundándose. Los animales que no estaban en el arca sentían los efectos de la naturaleza. La perdición estaba a la puerta y su esperanza había estado en un borracho aquafóbico.

Noé  y todos en el arca estuvieron a la deriva del mar

 Por meses soportaron la soledad de esa arca. Los animales parecía no tener interés en cazarse los unos a los otros porque eso destruirla la balanza de la cadena alimenticia. Los miles de tipos de especie de mosquitos volaban una tras otro. Las enfermedades causadas por estos animales parecían ser anulados mágicamente dentro del arca. Después de varios meses más parecía que los animales estaban saludables por alguna razón mágica.
Cuando las aguas bajaron lo suficiente salieron del arca. Inspeccionaron los alrededores y la multitud de animales siguió su camino. Algunas especies desaparecieron inmediatamente porque los depredadores se alimentaban cazando. Debían comer y no podían esperar a que sus presas se reprodujeran. Tenían que cazar ahí mismo. Nadie tiene idea como esos animales pudieron evitar la extinción total ya que solo había dos de cada especie. Los leones debieron haber cazado animales herbívoros. Sea cual sea esa presa si realmente fue capturada su especie prácticamente desapareció. Si la hembra o el macho eran victima de la ley salvaje no podrían multiplicarse por la faz de la tierra. El resto de los animales fueron  a recorrer el mundo libre. Los animales lentos debieron tardar semanas o meses en alejarse del arca. O mágicamente teletransportados a su lugar de origen.

También estaba el asunto de los árboles y las plantas terrestres que permanecieron bajo las aguas por tanto tiempo. Las leyes de la física explican que la luz solar no puede llegar a demasiada profundidad. Así que toda la vegetación no disponía de su fuente solar para la fotosíntesis. ¿Cómo sobrevivieron? ¿Por qué no murieron? Sin embargo la inmortal respuesta de Noé pasó a la posteridad. ¡Jehová lo resolvió mágicamente!

Jehová prometió no volver a destruir el mundo con un diluvio.

Para asegurarse de no olvidar que en ocasiones suele pasar. Por alguna extraña razón puso  un arcoíris en el cielo como pacto de paz entre los seres vivos y Jehová. Aunque  algunos testigos afirman que ya habían arcoíris después de las lluvias. Los efectos de difracción de luz en las gotas de agua parecían estar en conflicto de si un arcoíris ya existía desde antes. Destruir con  aguas al mundo vivo fue una gran tragedia. Pero Jehová fue astuto al decir que no volvería a atacar con “aguas”. Eso significa que puede atacar con fuego u otro elemento destructor que le venga en gana. Si por alguna razón se acaban las opciones es seguro que la creación de un nuevo agente destructor sería suficiente. Jehová tenía elecciones infinitas.
Las únicas palabras de Noé fueron estas.
-¡Los arcoíris si existen!

Fin del archivo 1.6, biblioteca celestial

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2 comentarios:

  1. Saludos Maldonado. Te felicito, la historia está interesante. No he leído los otros capítulos, en cuanto lo haga te daré mi opinión, pero lo que leí rápidamente de este capítulo, me pareció muy original. La lectura es muy ligera, eso es bueno y me pareció clave el tema psicológico entre Yahvéh y Lucifer, eso da para explotar mucho material.

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    1. Gracias Cuerno de la abundancia. Agradezco que te gustara. Recuerda que publico semanalmente. Puedes ver la lista completa para descargarlo entero.

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Mss.